Decía alguien muy sabio… “Si quieres tener éxito, monta algo tuyo antes de los 40, sino solo te queda disfrutar de una vida sin altibajos”. Así que inicié mi propio camino a los 30 años, enfrentando tanto triunfos significativos como fracasos instructivos (a veces se gana y a veces se aprende).

Proyectos como beXcaper, beWinkle o beBalmy están siendo claros éxitos, mientras que otros me han servido como valiosas lecciones de humildad y aprendizaje. Estas experiencias me han brindado una comprensión profunda y un método claro a seguir para detectar negocios infravalorados, impulsar su transformación, darle un liderazgo efectivo, y mejorar de la eficiencia operativa.

Me ha costado años darme cuenta que el verdadero progreso no se logra solo con esfuerzo bruto; la clave está en la inteligencia con la que se abordan los desafíos. La tecnología ha sido (y sigue siendo) una herramienta fundamental para aligerar la carga de trabajo y permitirme delegar eficientemente. Esto me ha liberado para focalizar en optimizar procesos e impulsar la expansión.

Lo más importante que he aprendido es a valorar cada experiencia, buena o mala, como una oportunidad para crecer y mejorar. A lo largo de los años, he adquirido las habilidades necesarias para transformar cada proyecto que lanzo, guiándolos hacia una dirección más próspera y sostenible. Mi experiencia es prueba de que con la estrategia correcta y una mentalidad abierta al cambio, se pueden alcanzar metas que parecían imposibles.